El agave que se utiliza para darle vida al tequila, es cultivado en un magnífico suelo agrícola por 8 o 10 años, hasta que alcanza el contenido ideal de azúcar. Esto le permite alcanzar una fermentación máxima que es ayudada por la levadura del suelo en que creció.

Después de cocerse el agave y de extraerse el néctar, el líquido fermentado es destilado dos veces para obtener la pureza absoluta y retener la esencia del agave.

Después es añejado en toneles de cedro para producir nuestras variedades: añejo y reposado.

La destilería, Río de Plata, es una de las más antiguas y respetadas destilerías en Guadalajara, Jalisco, y es ella la encargada de darle vida al Tequila Don Diego Santa.

  • Blanco
    medallas_don_diego
    2016
  • reposado
    medallas_don_diego
    2016
  • añejo
    medallas_don_diego
    2016